Este Diablo de Tasmania parece muy amigable. Sólo hay que ver cómo sonríe. ¿Te gustaría pasar un rato con él? Entonces, ¡no esperes! Coge tus pinturas favoritas y pinta el cuadro tan bien como puedas. Sin duda, le proporcionará un gran placer. Recuerda pintar el cuadro con cuidado, prestando atención a cada detalle.