Hay momentos en la vida en los que incluso el mejor amigo puede desequilibrarnos. Pero lo importante es llegar a un entendimiento después y enterrar el hacha de guerra bajo tierra. Un ejemplo perfecto es el de Bugs Bunny y el Pato Lucas, que discuten en todo momento, pero que se lanzan al fuego el uno por el otro cuando es necesario. Colorea a estos grandes amigos.