Los rugidos no sólo servían para disuadir a otros dinosaurios, sino también para comunicarse entre ellos. En particular, las madres y sus bebés. Como en la imagen vemos a una cría de espinosaurio de pie sobre una piedra y rugiendo con fuerza. Es su forma de intentar encontrar a su madre, a la que ha perdido o no ha vuelto en mucho tiempo. Al principio son las madres las que consiguen comida para sus hijos, más tarde les enseñan a hacerlo para que puedan proveerse de alimentos. Intenta no pasarte de la raya al pintar este cuadro.