A la mayoría de los perros no les gustan los baños y los evitan como el demonio. El perro que vemos en la foto de hoy es Razor, al que, a diferencia de los otros perros, le encantan los baños. Podía bañarse todos los días. En cuanto se mete en la bañera, está muy tranquilo y deja que su dueño le lave tranquilamente.