Este reno es conocido por todos los niños y también por los adultos. Tiene una nariz roja muy marcada que se puede ver desde la distancia. Esto es lo que hace que Rudolph sea muy especial y reconocible. También se ha convertido en un símbolo de la Navidad, aunque otros renos se rían de él y le insulten. Colorea a Rudolph y no olvides el lápiz rojo.