Kirito no es muy hablador y puede ser bastante directo. Esto se debe a que no tiene amigos y se cierra a los demás, dedicándose a su afición por los ordenadores. De vez en cuando, Kirito adquiere una gran confianza en sí mismo y se cree capaz de hacer cosas que otros no pueden. Sin embargo, Kirito es en realidad una buena persona incomprendida. Utiliza diferentes colores al pintar el cuadro.