La costumbre de hacer palmas de Pascua tiene su origen en la tradición por la que los habitantes arrojaban una hoja de palma bajo sus pies para dar la bienvenida a Jesús, que se había aparecido en su pueblo. Esta costumbre, sobre todo en Polonia, ha cambiado bastante y hoy en día la gente construye a veces palmeras de Pascua muy grandes y hermosas, de incluso varios metros de altura.