Apareció cuando el pastel desapareció de repente. Resulta que cuando el conejo estaba poniendo el pastel, creía que lo estaba poniendo sobre una piedra, pero en realidad era una tortuga, o más exactamente su caparazón. Cuando la tortuga se despertó y empezó a moverse, el conejo y Uki tuvieron todo un reto para encontrarla. Al final, toda la situación fue muy divertida y la tortuga se convirtió en una nueva amiga de la tierra.