El trabajo de un obrero de la construcción de carreteras no es fácil, porque gracias a ellos tenemos algo por lo que conducir nuestros coches. Son los que trabajan en condiciones climáticas difíciles, no importa si hace más de 30 grados de calor o si hay heladas. Siempre aceptan el reto de terminar las carreteras públicas lo antes posible.