Los erizos son pequeñas criaturas que tienen púas muy afiladas en la espalda. Por desgracia, a veces estas espinas se interponen en el camino porque perforan cosas con mucha facilidad, como el neumático deslizante del erizo. Sólo un amigo tuvo que ayudarle a resolver este problema. Para evitar que pinchara la rueda, decidió deslizarse sobre su barriga, donde no había picos.