La naturaleza de los lemmings azules es la alegría, la diversión y la inmensa felicidad. Interfieren en la capacidad del oso para descansar y relajarse. La razón es una: ¡diversión! A los Lemings les encanta jugar. A Teddy no le gusta esto, especialmente cuando quiere descansar. Los pequeños lemmings no lo entienden y siempre intentan sacarlo a jugar.
