Sin las personas de esta profesión no podríamos funcionar con normalidad en los bares y restaurantes, porque son ellas las que nos sirven la comida y recogen los pedidos. Muy a menudo la gente les aprecia por su trabajo y les da las llamadas propinas, lo que es muy agradable para ellos, porque de esta manera pueden ganar un dinero extra a su salario.
Páginas para colorear Ocupaciones
Hay muchas profesiones diferentes en el mercado laboral. Sin embargo, para trabajar en una de ellas, hay que prepararse adecuadamente para ello. Por eso, algunas personas aprenden, por ejemplo, a especializarse en medicina unos años después de la graduación, haciendo la llamada especialización, que está cien por cien orientada a prepararles para desempeñarse bien en una determinada profesión. Por supuesto, por eso ganan bien, porque este trabajo requiere mucha más preparación que otros y mucha responsabilidad por las tareas realizadas.
¿La profesión más difícil?
En nuestra opinión, uno de los trabajos más difíciles y, sobre todo, muy arriesgados es el de bombero profesional, porque cuando vamos a trabajar no sabemos realmente lo que tendremos que hacer en un día determinado. Muy a menudo hay accidentes en los que alguien pierde la vida y tenemos muy poco tiempo para prestar los primeros auxilios a esa persona y, por supuesto, para avisar a la ambulancia.
También hay situaciones en las que se produce un incendio en las casas de las personas. Los bomberos se apresuran a ayudar a apagar el fuego y a sacar a los miembros de la familia del interior. Estos puntos de vista no pertenecen a los más agradables y, en primer lugar, afectan a la psicología de la persona que ejerce esta profesión. Por eso es importante apreciar lo que los bomberos hacen por nosotros y las emociones que les acompañan mientras hacen este trabajo.
La segunda, quizá no mucho más difícil pero que exige responsabilidad por los actos que realizamos, es la profesión médica, porque es la que tiene que realizar la operación y asumir toda la responsabilidad de lo que hace.
La tarea de extraer carbón del subsuelo, que por supuesto se refiere a un minero, tampoco es lo más fácil. Las personas que trabajan en las minas cada día suben hasta quinientos metros bajo tierra para hacer su trabajo y no saben realmente si volverán a subir porque las cosas son diferentes allí abajo. Nadie sabe cuándo puede explotar el gas de los pasillos de la mina, o cuándo puede derrumbarse una de las paredes, haciendo imposible la subida. Es un riesgo muy grande.