El fennec se caracteriza por una cola muy larga y gruesa. Se camufla por su coloración: arenosa y beige. Tiene varios bigotes. Pero lo más visible son... ¡sus orejas! Gracias a ellos, el fennec puede oír todo lo que sucede y está muy alerta. Así que prepara tus pinturas y colorea el cuadro de la forma más bonita posible.