El fennec del desierto tiene unas enormes orejas y una frondosa cola en la que acaba de enroscarse. Aunque esté dormido, puede oír todo lo que ocurre a su alrededor porque tiene muy buen oído. Incluso puede oír lo que ocurre bajo tierra. Pero a diferencia de nosotros, el fennec duerme durante el día y juega por la noche. No esperes, déjate llevar por la aventura y colorea el cuadro.